Nuevamente conciertazo en toda regla el que vivimos en la antigua Artsaia de la mano de The Brew. Esta era la segunda vez que les veíamos este año y seguimos bendiciendo el día que les conocimos a través de la This Is Rock. Definitivamente son muy buenos y todavía creo gustan más sabiendo que guitarra y batería tienen 21 añitos, con lo que entre los presentes era inevitable respirar la sensación de estar ante lo que puede ser una leyenda. Que ahí arriba hubiese mucho de Bonham, Hendrix y por supuesto de Stevie Ray Vaughan es para animar a los padres de estos chavales a crear una escuela infantil que lidere un nuevo orden mundial.
Y es que después de que el de sonido intentara perpetrar un atentado contra nuestro sistema auditivo, el concierto fue puro placer. Con sólo dos discos en el mercado estos ingleses han conseguido que temas como Postcode hero, Every gig has a neighbour, Just another day o Wrong tunes suenen a clásicos. Reservan momentos para deleitarse con las partes instrumentales de Million dead stars, 24 hours, la Zeppeliana A sile to lift the doubt o la fantástica Karm, que para mí sonó de lo mejor del concierto.
Jason Barwick combina desparpajo, inocencia y virtuosismo en el papel principal tanto de voz como guitarra. El chaval derrocha energía y Rock por cada poro de su piel, y todavía se le ve sorprendido cuando la sala responde a sus juegos con un público que como poco le pasa una década y que se rinde ante cada movimiento del pequeño genio.
Pero la banda no es un espectáculo circense donde se muestra a una criatura de 21 años que toca la guitarra como un consagrado guitarhero del blues rock. Kurt Smith, que estuvo inmenso toda la noche, se cascó un solo de nivel, de mucho nivel, que culminó lanzando las baquetas al público para terminar a sotamano limpio toda una lección de clase que más de uno sólo soñamos con tener. Su papi, Tim Smith, creador de todo el invento, parece vivir una segunda juventud al mando de estos dos mocosos aportando más que buenas maneras al bajo, desgañitándose como segunda voz y conduciendo a estos demonios por las carreteras de su adolescencia (que poeta soy).
Están tan seguros de su material que no necesitan excederse al versionar temas de Hendrix o de SRV para captar la atención del respetable. Sonaron Little wing, voodoo chile y No quarter (creo), además de un batiburrillo de temas en un revuelto de medley que se marcaron al final del concierto y que, a mi entender, pide unos cuantos ensayos más.
El tiempo dirá como funciona la sociedad de hijo, colega de hijo y padre así que aprovechad vosotros los no creyentes, porque sin duda es de lo mejor que os podéis echar a la cara.
Como véis me fui con todo lo que me dieron: baqueta, disco, fotos... La ascensión al escenario está más cerca. Sea.
Ya tienen una gruppy!
ResponderEliminary más que van a tener! rock, blues, sexo, drogas, una muerte joven en la cima del rock'roll....y todo con tu padre o, en el mejor de los casos, el padre de tu colega delante
ResponderEliminarjajajajaj crack¡
ResponderEliminar