jueves, 24 de noviembre de 2011

# 16 - 20 años de la muerte de Freddie Mercury



Tal día como hoy, el 24 de Noviembre de 1991 moría en su casa de Londres Farrokh Bulsarak, más conocido como Freddie Mercury, tras cuatro años de lucha contra la enfermedad del SIDA.

Hijo de un diplomático de la administración de la colonia británica, nació el 5 de septiembre de 1946 en Zanzibar y pasó su infancia internado en un colegio cerca de la ciudad de Bombay, donde sus incipientes dotes artísticas se abrieron paso en un pequeño grupo llamado The Hectics. Fue en esos años en la India donde adoptó el nombre de Freddie Mercury (por el dios griego Mercurio), tras los que, debido a las revueltas políticas en Zanzibar tuvo que emigrar a los diecisiete años junto con su familia a Inglaterra. Allí estudió arte al tiempo que formaba parte de varias bandas de música, alimentando su carácter multicutural y su increíble potencial artístico que más tarde fueron el caldo de cultivo para que en 1971, formara junto con Brian May y Roger Taylor, una de las bandas más impresionantes de la historia del Rock. 


El peso de Freddie Mercury en la historia de Queen trasciende desde el simple detalle de ser el artífice del logo de la banda, a partir de los signos del zodíaco de sus componentes, pasando por su archiconocida imagen, su despliegue de teatralidad en directo o el imponente virtuosismo con la voz que le llevó a cumplir uno de sus sueños más anhelados, su colaboración con la soprano Montserrat Caballé en 1987.
De sobra conocidos son sus excesos sexuales, su obsesión por exprimir la vida, o su sempiterno, e incomprendido, amor por Mary Austin. Se dice que durante la grabación de su último disco de estudio, Innuendo en 1991, en los últimos meses de su vida y con un importante deterioro físico, Freddie Mercury inmortalizaba una de las frases que definía su devoción por el arte diciendo a sus compañeros de Queen “escribid lo que sea que yo cantaré como nunca”. 


Sin duda se trata del artista que cambió mi percepción de la música, derribando la barrera de las etiquetas y estilos, y reafirmando que se puede disfrutar de la dulzura del piano o de la crudeza de la guitarra sin perder la perspectiva de lo que es una buena canción. No seré yo el que descubra a este personaje absolutamente genial e irrepetible que catapultó como ningún otro lo hubiera hecho a Queen, pero a modo de homenaje aquí dejo unas cuantas canciones “escondidas” dentro de su discografía, que nunca, salvo alguna excepción han aparecido en recopilatorios o directos editados (dejando de lado las interminables compilaciones producto de la sangría que los Sres. May y Taylor se afanan en cometer Navidad tras Navidad escupiendo en el sagrado legado de "La Reina"). 
Así que los no creyentes, alejaros de las machacadas We will rock you, I want to break free o We are the champions, y adentraos en el mundo de la banda “más absurda que ha existido nunca”. Palabra de Freddie, te alabamos señor.

“Siempre supe que era una estrella, ahora parece que el mundo está de acuerdo conmigo”
Freddie Mercury. Grande


martes, 22 de noviembre de 2011

Lo que mi perro ha escuchado este mes (III)

A los buenos días,

Como el deber es el deber, seguimos con la aclamada y más visitada entrada de nuestro famoso blog. A la espera de tiempos más felices dejo canciones para todos los públicos desde un espectacular contrabajista sueco llamado Lars Danielsson, la cantante de jazz coreana You Sun Nah, las cálidas voces de Feist o Marlango, descubrimientos en el campo del rock ambiental (esta etiqueta me la acabo de inventar yo) como Thrice o Explosions in the sky, y algún que otro amigo que se ha pasado por la redacción a ver cómo andábamos. Sed buenos.


sábado, 19 de noviembre de 2011

# 15 - Discos Conceptuales. Vol. II

Guau guau, miau miau, el sonido de las ondas vuelve a tu cabeza, (jeje)

Si alguien pensaba que con la entrada "Discos conceptuales. Vol.1" estaba todo dicho, error. Lo de poner un numerito a "Vol." era una pista que seguro que a los más avispados no se les ha escapado, así que espero no sorprender a nadie con esta nueva selección de álbumes de gente de la talla de Dream Theater, MastodonPorcupine Tree, y todas las trepidantes y retorcidas historias que nos quieren contar. A disfrutar.


1. Scenes from a memory. Dream Theater(1998).
"Close your eyes and begin to relax…” Así comienza uno de los discos más impresionantes, impactantes y brillantes que he tenido el gusto de escuchar. Esta obra maestra de Dream Theater la protagoniza Nicholas, un personaje a quien todas las noches le perturban sueños constantes sobre otra vida. A través de la terapia regresiva, un psicoterapeuta investiga su mente hasta descubrir que en su interior alberga el alma reencarnada de una joven llamada Victoria que vivió y murió en el siglo pasado. A lo largo de los doce cortes del álbum  distribuidos en dos actos y nueve escenas en total, se da cita una trama de amores no correspondidos, engaños, asesinatos… para culminar con la espectacular y sorprendente Finally Free, que directamente te transporta al mundo de Nicholas para vivir en primera persona el final de la historia (clon clon).
Scenes from a memory fue gestado durante la dura etapa de su anterior “Falling to the infinity” y conceptualmente continua el tema Metropolis, perteneciente al disco "Images and words". Es la primera grabación con su actual teclista, Jordan Rudess, quien sin duda fue una pieza clave para llegar a la excelencia musical que esta increíble banda merecía, facturando un álbum soberbio de principio a fin y consiguiendo una comunión absoluta entre la melodía, la historia y el virtuosismo sobrehumano de esta banda.
Lo cierto es que merece una entrada para él solito pero…ya habrá tiempo.

2. The Incident. Porcupine Tree (2009)
Steven Wilson, líder de los Porcupine Tree cuenta que un día viajando por la carretera, presenció una escena que le causó un gran impacto: una señal de policía avisaba a los conductores de un "incidente de tráfico" unos metros mas adelante. Ese hecho se le quedo grabado y a partir de ahí creó The Incident, donde reflexiona sobre las consecuencias de hechos que en un principio pueden parecer triviales. El mismo Wilson definió el álbum como "una canción ligeramente surrealista sobre comienzos y finales, y con la sensación de que después de esto, nada volverá a ser lo mismo". Cada una de las historias narradas en este album llevan a un incidente, a un hecho que rompe vidas y las despedaza, recorriendo en su conjunto de poco menos de una hora, todas las sonoridades atribuibles a la banda: desde la psicodelia hasta la sensibilidad pop, de la estridencia violenta y melancólica hasta la más apacible de las melodías. Es decir, Porcupine Tree.

3. Crack The Sky. Mastodon (2009)
Crack the Skye es el cuarto álbum de la banda, y su complicado argumento mezcla ingredientes tan dispares como los viajes astrales, las experiencias extracorporales, las teorías de Stephen Hawking sobre los agujeros de gusano o la Rusia de los Zares.
Según su batería Brahnn Dailor, Crack the Skye cuenta la historia de un "parapléjico, cuya única forma de ir a cualquier sitio es realizando un viaje astral. En uno de estos viajes, sale de su cuerpo al espacio exterior pero al acercarse demasiado al sol se quema el cordón umbilical de oro que lo mantenía unido al mundo. Así que él está en el espacio y está perdido, se ve arrastrado por un agujero de gusano, acaba en el reino de los espíritus y les dice que en realidad él no está muerto. De modo que lo envían al culto ruso, donde adivinan su problema mediante una videncia, y deciden que lo ayudarán. Ponen su alma en el cuerpo de Rasputín, quien va a usurpar el trono del zar y es asesinado. Las dos almas salen del cuerpo de Rasputín a través de una brecha en el cielo, y Rasputín es el hombre sabio que intenta llevar al niño a su cuerpo porque sus padres lo han descubierto y creen que está muerto. Rasputín necesita devolverlo a su cuerpo antes de que sea demasiado tarde, pero por el camino se encuentran al Diablo que intenta robar sus almas y destruirlas". ¿Cómo os quedáis?
Es un trabajo denso, con temas largos y multitud de cambios de ritmo, donde la banda de Atlanta muestran el lado más "apacible" y progresivo que llevan dentro. Discazo  espectacular con verdaderas joyas como Oblivion, Divinations o tremendos pasajes instrumentales como los que podemos encontrar en The Last Baron.
También, aunque con un concepto más sencillo, su aclamado Blood Mountain reúne todas las cualidades que hacen a Mastodon uno de los grandes nombres del metal actual. Con mucha más ira, locura, fuerza y sin dejar de lado su lado melódico en lo progresivo, presentan este trabajazo en el que según su bajista Troy Sanders "Se trata de subir una montaña y las diferentes cosas que te puede pasar si te pierdes. Estás muerto de hambre, comienzas a alucinar con extrañas criaturas, eres presa de otras bestias…. se trata de la lucha contra todo” Una seta, dos setas, tres setas...

4. Deconstruction. Devin Townsend (2011)
Mi criterio a la hora de juzgar este disco varía en función del día que tenga. A veces pienso que es como meter en una batidora a Danny Elfman, The Ministry, Therion y el coro de barrio sésamo; y otras dan ganas de coger unas palomitas ante semejante obra maestra. Y es que si algo hay que admirar de este hombre es la originalidad. Si con Ziltoid The Omniscent, el amigo Devin nos contaba la historia de un alien que al llegar a la Tierra descubre que el café solo es el combustible perfecto y que mediante su uso puede controlar el tiempo (al loro!), este Deconstruction continua por los derroteros del humor surrealista del canadiense. En este caso la idea gira en torno a un hombre que va al infierno y se encuentra con el diablo, quien con el tiempo se compromete a enseñarle los secretos del universo dentro de una hamburguesa con queso. Sin embargo, al ser vegetariano, el hombre no puede comer la hamburguesa con queso, lo que hace que su viaje sea inútil .
Deconstruction es el cuarto álbum de la serie The Devin Townsend Project, donde el músico da rienda suelta a su mente creativa, rompiendo esta vez con el sonido ambiental que había protagonizado los últimos álbumes de la saga, y “acercándose” a la añorada por muchos fuerza sobrehumana de destrucción masiva de Strapping Young Lad. En Deconstruction hay sitio para la violencia y la hermosura de Polstergeist, la belleza ambiental de The Praise the lowered, la furia contenida de Stand, o las grandes superproducciones Burtonianas de The might masturbator o Deconstruction. La increíble voz de este hombre, el sentido orquestal del que viste al álbum  o los sucesivos cambios de estado (risa, furia, relax...) que imprime al disco, son atractivos del disco que pueden jugar a favor o en contra, depende del día, pero el tío es un genio.

5. De Loused in the comatorium drunkship. The Mars Volta (2003)
Una mezcla de psicodelia, pastillas, rock progresivo y trances hipnóticos de muy alto octanaje es la que nos trae esta gente de la que no oigo más que cosas buenas desde hace un tiempo. Fue el primer álbum de The Mars Volta, y sirve de testimonio sobre la obra, vida y muerte de Julio Venegas, un artista oriundo de El Paso (Texas) que marcó tanto la vida de Omar como de Cedric Bixler, mentes pensantes de esta esquizofrénica banda, y que después de un primer intento de suicidio y acabar en coma, consiguió su objetivo lanzándose a la vía del tren. El disco es un viaje a través de la locura de la pobre criatura hasta que este acabara con su propia vida.
El álbum, con varios invitados en su haber como John Frusciante en Cicatriz Esp, es un viaje astral con buenas dosis de virtuosismo psicodélico, siempre con la paranoia como hilo conductor, donde a veces parece que escuchas a Santana, otras a Wolfmother o Tool...Muy bueno.

6. Ghost Reveries. Opeth (2005)

Ghost Reveries fue pensado inicialmente para ser un álbum conceptual sobre la historia de confusión de un hombre después de cometer un acto desmesurado, simbolizado por matar a su propia madre. Lo curioso de esta grabación es que la canción Isolation Years, pese a desentonar con la trama prevista, fue un antojo de su líder espiritual y material Mikael Akerfeldt,  con lo que en su totalidad no se puede decir que sea un álbum conceptual. Un gran disco, donde se mezcla la dulzura de los Porcupine Tree con la brutalidad de las voces guturales, pero sin el virtuosismo sonoro de los primeros. Todas las canciones siguen el mismo patrón (como toda la discografía que conozco de los suecos), pero destacar la que da título al disco. El mundo es oscuro y triste, que diría aquel.
Un disco que se ajusta más a la definición de conceptual, es Still Life, donde Mikael Åkerfeldt, cuenta la historia de un joven desterrado de su pueblo que tras 15 años regresa para buscar a su amada Melinda, pero cuando llega descubre que ésta se ha convertido en monja. Aun así el protagonista trata de que Melinda se marche con él lejos del lugar, pero el consejo del pueblo la asesina para que esto no ocurra. Es entonces cuando el protagonista, en un arranque de ira, ataca y mata a varios ciudadanos antes de caer y ser capturado. Finalmente, mientras aguarda a ser ahorcado, con el nudo alrededor de su cuello, siente una mano en su hombro y ve al lado suyo a Melinda, lista para unirse a él tras su muerte.

7. 2112. Rush (1976)
Pese a que el álbum en sí no es una obra conceptual, el tema que le da título sí que lo es y como el blog es nuestro, a ver quien es el simpático que abre la bocaza. La canción es una pieza de 20:34 minutos, que cuenta la historia de un mundo totalitario futurista, donde la libertad de expresión y el pensamiento creativo no existen. Algunos creen que la historia esta inspirada en el clima político de la Rusia soviética a comienzos del siglo XX mientras que otros consideran que la historia estaba influenciada por la novela de Ayn Rand "¡Vivir!"...pero yo lo que considero es que todavía la tengo que oír en directo enterita para alcanzar el paraíso. Temazo, grupazo.... Amen Hermanos!
El disco representó un hito en la carrera de Rush y la banda repetiría el formato en su álbum de 1978 Hemispheres, con una canción capitular de 18 minutos, donde los hemisferios cerebrales se enfrentan por el dominio de la humanidad, siendo esta su última visita por los terrenos de los grandes temas conceptuales. Para qué más.


8. Iron Maiden – Seventh son of a seventh son (1988)
Es el primer disco conceptual de Iron Maiden y está basado en la novela "El séptimo hijo" de Orson Scott Card, la cual cuenta la historia del séptimo hijo del séptimo hijo, un niño con especiales habilidades y poderes sobre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Cada canción relata un tramo de la vida de este personaje, desde el nacimiento (Moonchild), el descubrimiento de sus poderes y su destino (Can I Play With Madness) y su inminente muerte (Only The Good Die Young).

9. Pink Floyd - Dark Side of The Moon (1973)
De este disco se dice que forma en su totalidad toda una unidad de vida, desde el nacimiento hasta la muerte, con latidos que abren y cierran el disco. Se trata de un trabajo conceptual sobre la condición humana y sus aspectos más negativos, como son la apatía, la avaricia, el envejecimiento, la discriminación y la locura. Desde la ansiedad de “On the run”, hasta la avaricia de "Money" o el paso del tiempo en "time".
Cada una de las dos caras del vinilo constituye una pieza continua de forma que las cinco pistas de cada cara reflejan varios estadios de la vida humana. De esos discos que empiezas por el primer tema y acabas por el último sin pestañear. Obra necesaria para el desarrollo emocional de cualquier niño y/o adulto. 

10. Abigail. King Diamond (1987)
Y para los jevis ochenteros, una joya de la literarura musical. La wikipedia habla: "La historia comienza con una joven pareja, Miriam Natias y Jonathan La Fey; quienes se mudan a una mansión que Jonathan heredó. Antes de su llegada al inmueble, son advertidos por siete jinetes que les salieron al paso de que tal vez deberían marcharse del lugar. En su primera noche Jonathan se encuentra con el fantasma de su antepasado, el Conde La Fey. El conde le cuenta la historia de Abigail, una niña nacida muerta el 7 de julio de 1777, cuyo espíritu mora dentro de su esposa Miriam, quien se encuentra embarazada. La historia se había repetido anteriormente: la esposa del conde había estado embarazada también y llevaba consigo a la malvada Abigail, pero él la arrojó de las escaleras, matando así a la criatura que estaba por nacer. Al día siguiente Jonathan piensa en hacer lo mismo que su antepasado, pero fue demasiado tarde, pues encontró que Miriam había dado ya a luz a Abigail y no había sobrevivido al parto. La escena que contempló fue horrible: la recién nacida Abigail estaba comiéndose a Miriam. Al final, los siete jinetes regresan por Abigail y en una ceremonia es enterrada viva, clavada en su ataúd, para que no vuelva a causar más mal."
Si repasáis la discografía de este hombre, a caballo entre escritor y compositor, podéis alucinar con las historias que crea para sus trabajos. Pese a que este Abigail es el más conocido, hay otros títulos en su discografía como "them", "conspirancy" o su último "The Puppet Master", que realmente son auténticos guiones de película de terror.

11. Lateralus. Tool (2001)
No sé si exactamente se puede catalogar como un disco conceptual, pero la historia tiene su aquel (si buceáis por internet hay hasta blogs dedicados al tema). Parece ser que el batería de Tool, Danny Carey, está bastante ligado a la numerología, y en este disco las canciones no se deben escuchar tal y como están ordenadas, sino en un orden que tiene su origen en la secuencia de Fibonacci, y que aparece en la secuencia de la partitura de la batería y en las estrofas cantadas de la canción Lateralis. Al final el orden de las canciones forman dos espirales matemáticas con la canción 13 en el medio….En fin, esta es la secuencia: 6,7,5,8,4,9,13,1,12,2,11,3,10. Sin más, aparte de declaraciones como que “esto es un regalo sagrado” creo que esta gente se lo tiene un poco creído pero el batería es un hacha.